“GAUDETE: ALÉGRATE, EL SEÑOR ESTÁ CERCA.”

Hoy la Iglesia celebra el Domingo de Gaudete, el Domingo de la alegría. Incluso el color de las vestiduras cambia a rosa, una señal de que, en medio de la espera del Adviento, la luz comienza a brillar. Se nos recuerda que Dios está cerca, que el Mesías está por llegar, y que la esperanza ya no es un sueño lejano, sino una promesa viva.

En el Evangelio de hoy, encontramos un momento sorprendente: Juan el Bautista, un hombre tan fuerte y seguro, empieza a dudar. Desde la cárcel envía a sus discípulos con una pregunta para Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”

Es el grito honesto de alguien cansado, herido y esperando en la oscuridad. Y quizá nosotros también hemos estado ahí. Cuando las oraciones parecen no tener respuesta, cuando la vida no sale como esperábamos, cuando nos preguntamos si Dios realmente escucha, cuando la alegría parece lejana, la pregunta de Juan se vuelve nuestra pregunta: “Señor, ¿de verdad estás ahí?”

Jesús no responde con teorías ni argumentos. Dice: “Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio”. En otras palabras: La presencia de Dios se reconoce por la transformación que trae. Donde hay sanación, misericordia, reconciliación, perdón, compasión; ahí está Dios.

A veces buscamos señales dramáticas. Pero Jesús ya está actuando en los pequeños milagros que suceden a nuestro alrededor: una familia que se reconcilia, una persona que recupera la esperanza, alguien que regresa a los sacramentos, un corazón que logra perdonar, un momento de paz inesperada en una semana caótica. No son coincidencias. Son milagros de Adviento; pruebas de que Cristo está cerca.

La alegría del Domingo de Gaudete no niega el sufrimiento en nuestras vidas. La alegría cristiana es la profunda confianza de que Dios está actuando, aunque todavía no veamos el panorama completo. La alegría viene de saber que Dios es fiel. Dios cumple sus promesas. Dios viene a nuestras vidas. Como dice Santiago en la segunda lectura: “Aguarden ustedes con paciencia…y mantengan firme el ánimo, porque la venida del Señor está cerca.”

Así que caminemos estos últimos días de Adviento con el corazón alegre. Porque el Señor está cerca, y donde Él llega, todo se renueva.

¡Dios es bueno, todo el tiempo!

Padre Tony Udoh, MSP

Pastor de Holy Family